Táctica de abrazos deja más asesinatos

Los homicidios en el país se han incrementado en los últimos tres sexenios, siendo el Gobierno de la autoproclamada Cuarta Transformación el que se ha convertido en el de mayor incidencia de ese delito, lo cual se establece según datos del Quinto Informe.

Durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador la cifra de homicidios dolosos (2019-2023) alcanzó los 165 mil 59, según datos oficiales, estadística que supera al mismo período del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.

De acuerdo con datos contenidos en los anexos del Quinto Informe, basados en estadísticas del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en el periodo 2007-2011, en la administración de Felipe Calderón, se registraron 95 mil 646 asesinatos.

A su vez, en los primeros cinco años del sexenio de Enrique Peña Nieto, los datos indican un total de 120 mil 473 homicidios dolosos, con base en los registros de actas de defunción por ese tipo de muerte del Inegi.

Respecto a las cifras de los penúltimos años de los tres sexenios, en la administración de Felipe Calderón la cifra oficial de homicidios fue de 27 mil 213; con Peña Nieto, en 2017, se registraron 32 mil 79 asesinatos, mientras que en lo que va de 2023, hasta el corte del 14 de octubre, se ha dado cuenta de 23 mil 707 casos de ese delito.

El 8 de mayo de 2018, como presidente electo, López Obrador presentó un decálogo para que no volviera a pasar el “saldo triste y doloroso” de homicidios registrados en los sexenios pasados.

Durante ese acto, el mandatario electo se pronunció por atender las “causas de la violencia”, como combatir la pobreza, evitar la desintegración familiar, rescatar al campo, fortalecer valores culturales, morales y espirituales.

Desde su campaña, el Presidente indicó que su estrategia era no combatir al crimen organizado con violencia y lo ejemplificó con la frase “abrazos, no balazos”.

Durante la conferencia Mañanera del 22 de abril de 2019, el mandatario nacional se autoimpuso su primera promesa fatal: en seis meses bajarían la violencia y asesinatos, porque la mayoría de la población tendría acceso a programas sociales.

López Obrador cumplió su primer año de Gobierno sin lograrlo, por lo que el 15 de enero de 2020, dio otro plazo: el 1 de diciembre de ese año, para reducir los índices de violencia en el país.

A más de tres años de distancia y a menos de un año de culminar su mandato, no se han cumplido los ofrecimientos del jefe del Ejecutivo.

Hace un año, el Presidente dio un viraje a su discurso sobre el combate a la delincuencia, al señalar que combatir la inseguridad y frenar los homicidios es el principal desafío de su administración.

“Si no terminamos de pacificar a México, por más que se haya hecho, no vamos a poder acreditar históricamente a nuestro Gobierno”, aseveró.

El mandatario nacional indicó que sus adversarios se burlan de que “he dicho que ‘abrazos, no balazos’ y vamos a demostrar que funciona”, aunque las cifras de violencia siguen al alza y esa frase se contradice con el despliegue militar en el país.

Respecto a la estrategia contra el crimen en el último año, el Quinto Informe destaca que “en coordinación con el Ejército se mantiene la estrategia en nueve estados prioritarios con el objetivo de lograr la pacificación del país, de los cuales siete sostienen una tendencia a la baja en el delito de homicidio.

A pesar de que se trata del sexenio con más homicidios, el Gobierno de la Cuarta Transformación presume que tienen una tendencia a la baja en Guanajuato, Baja California, Michoacán, Chihuahua, Jalisco, Sonora y Zacatecas.

El Quinto Informe reconoce que hay dos entidades con tendencia al alza en la incidencia de homicidios: Guerrero y Quintana Roo, con corte hasta junio de 2023.

“En el marco de la estrategia de seguridad en los 50 municipios prioritarios, donde se concentra el 47% de homicidios dolosos registrados en el país, se establecieron 47 Mesas de Paz Regionales”, dice el documento.

El Gobierno federal resalta que se realizaron 504 mil 131 patrullajes; 20 mil 982 verificaciones a giro negros y la revisión a mil 702 establecimientos residenciales de atención a las adicciones, con lo que presume que con “estas acciones se redujo el 17% de los homicidios dolosos de 2019 a junio de 2023”.

Sin embargo, las estadísticas indican que durante el actual sexenio la incidencia de homicidios es mayor que en los pasados dos sexenios.